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lunes, 29 de abril de 2013

Calmando a mi cachorro


A quien no le ha pasado alguna vez con su hij@, estar en el salón de casa viendo una peli o leyendo un libro y no poder concentrarte porque el cachorrito no para de hacerte preguntas, de ver sus juguetes volar a medio centímetro de tu cabeza o continuos gritos y llantos entrando por tus oídos llegando a la desesperación.

Pues ahí es donde entra la imaginación del padre o de la madre. Yo en mi caso utilizo una fórmula que rara vez me falla. En estos tiempos de tecnología avanzada que vivimos, todos tenemos un portátil, smartphone o una tablet en el mueble o la mesa del salón.

Entonces aquí es donde entra nuestra imaginación para atraerlos y tranquilizarlos, mi método es muy sencillo, cojo mi tablet le doy volumen y me pongo con cara de interesado a ver algún video musical o ilustrativo sin hacerle caso al niño y ahí es donde encuentro la primera conexión con él, sin prestarle atención nada más que a lo que estoy viendo. Una vez que él se da cuenta de mi concentración y cara de felicidad ante el aparatito, es cuando viene a mi lado e intenta integrarse conmigo para ver qué me llama tanto la atención.

Una vez que he captado su atención y lo tengo a mi lado, es cuando empiezo a interactuar con él y hacerle partícipe de mi juego. En mi caso soy músico y me gusta mucho escuchar música, ver vídeos musicales o cualquier documento gráfico relacionado con la música, por lo tanto intento trasladar a mi hijo de una manera sencilla lo que estoy viendo e involucrarle.

martes, 16 de abril de 2013

El efecto Mozart


La coordinación entre las manos y los estímulos visuales y auditivos son unas capacidades que debemos tener bien desarrolladas para tocar un instrumento. Hay estudios que prueban que recibir clases de música antes de los siete años ayuda a establecer fuertes conexiones entre las regiones motoras del cerebro encargadas de planificar y desarrollar movimientos. El lado izquierdo de nuestro cerebro procesa el ritmo y el tono mientras que el derecho se encarga de procesar el timbre y la melodía.

martes, 2 de abril de 2013

El uso del Chupete


Entrañable objeto que calma y consuela a los más pequeños… Durante sus primeros meses de vida el hecho de llevarse cosas a la boca es su forma de descubrir y aprender de lo que les rodea. El chupete se comporta como un elemento regulador del sueño y la alimentación. Se considera que desde el Neolítico, ya se utilizaba este objeto a modo de una tela que envolvía algún alimento que el bebé succionaba.

Se recomienda empezar a utilizarlo después del mes de edad y su retirada antes de los 10 meses. El uso prolongado de chupete puede acarrear consecuencias negativas para nuestro hijo. Éste puede favorecer la otitis y dificultar el desarrollo del aparato fonador y los músculos de la masticación.

La necesidad de chupar disminuye de forma continua y vuestro niño ha de aprender otros modos de tranquilizarse y olvidar este objeto pacificador (la traducción al inglés de chupete es pacifier). Puedes utilizar otras técnicas “clásicas” como cantar, hacer gestos divertidos, darle un masaje, entretenerlo con otros objetos.


Desde Osimusi, os deseamos paciencia y buenas prácticas.